Hoy, la sociedad exige a las empresas un compromiso férreo, no solo con el medio ambiente; también con la comunidad que le rodea y con la trasparencia y ética de su gobernanza. Es decir: el desarrollo de programas claros de ESG.
Lobby Comunicación se ha especializado a lo largo de los últimos 20 años en Comunicación Sostenible. Hoy las acciones de ESG centran el debate de los planes estratégicos de toda organización. Pero en Lobby Comunicación partimos con ventaja. A lo largo de todo este tiempo hemos comprobado de forma empírica qué funciona y qué, no solo no funciona, si no que puede dar al traste con la reputación empresarial que tanto cuesta levantar.
Hoy iniciamos una serie de consejos básicos para conseguir que un plan de ESG se convierta en un activo potente y no en un lastre. ¡Toma nota!
TIP #1
“Predica con el ejemplo; no puede existir una brecha entre lo que somos y lo que decimos que somos”
El presidente de IKEA, Jesper Brodin, conduce un Volvo 240 GL de 1974. Lo compró en 1991, y lo ha conducido desde entonces. El coche tiene más de 40 años y Brodin lo considera un símbolo de la durabilidad y la sostenibilidad de los productos IKEA.
Brodin es un firme defensor de la movilidad sostenible. Ha declarado que IKEA está comprometida a reducir su impacto medioambiental, y que los coches eléctricos y otros vehículos de bajo consumo son una parte importante de este compromiso.
En este punto, sin lugar a dudas, IKEA está haciendo las cosas bien y es un ejemplo de coherencia entre “quién es y quién dice que es”.
