Pilar Mateo es una científica valenciana con una clara vocación social, reconocida internacionalmente en el campo de la Química. Además de ser una brillante investigadora, que suma 8 familias de patentes en más de 100 países, y de su actividad emprendedora, ha llevado a cabo varios proyectos sociales para mejorar la calidad de vida de las comunidades más vulnerables.
- Pilar como científica reconocida a nivel internacional que mensaje les diría a las jóvenes que se deciden por una carrera de carácter científico.
La irrupción en nuestras vidas del virus del COVID19 ha puesto en el centro del debate la necesidad de contar con vacunas, y otros instrumentos para poder resolver esa situación. Eso ha revalorizado el valor de los científicos y de la ciencia en general. Ahora sabemos calibrar mejor el mundo de la ciencia, que en el fondo es un tipo de conocimiento que incluye de alguna forma una cierta garantía de su validez ya que ha de estar basado en la razón.
Un conocimiento que, además, nos dé una autonomía económica frente a otros países.
Ese el futuro de España, un país que dispone de un capital humano importante y que requiere que los jóvenes tomen el testigo de esa validez, cuestionen los paradigmas existentes y pongan en marcha nuevas innovaciones con unos valores medio ambientales y sociales diferentes de los nuestros.
A nivel personal, debemos pensar que si el asombro y la curiosidad son atributos humanos, también lo son la emoción de investigar y la satisfacción por los resultados obtenidos.
- ¿Qué ventajas e inconvenientes ha encontrado por el hecho de ser mujer?
A nivel familiar no he tenido nunca ningún inconveniente para centrarme en mi carrera científica. Pero soy de una época en la que pocas mujeres estudiaban carreras científicas y muchas menos iniciaban el proceso de investigar e innovar. Como la ciencia no estaba bien considerada, no se nos tomaba en serio. Éramos, si me permiten la metáfora, una especie de azafatas o camareras al servicio del investigador masculino de turno.
Era una dicotomía real: mujer y ciencia eran palabras incompatibles.
Por eso ahora los movimientos feministas en general han reivindicado la ciencia como el nuevo campo de batalla hacia la igualdad de género.
Mi suerte fue que mi padre tenía una empresa de pinturas y entendió que debía ponerme un pequeño laboratorio para que pudiera desarrollar ese aspecto o gen investigador que tenía. Sin eso, difícilmente ahora estaría donde estoy.
- A lo largo de toda su trayectoria, ¿ha notado alguna enemistad o envidia por el hecho de ser mujer?
Todos ocupamos un espacio en la vida. Un espacio que a veces otras personas quieren tener. Si el género no entiende de inteligencias, en temas de envidia tampoco. En todo caso recomiendo a todo el mundo leer un breve poema de José Martí que dice algo así como “triste cosa en no tener amigos, pero más triste es no tener enemigos”, porque el que no los tienen es que no hace nada en la vida.
- ¿Cuáles serían sus propuestas para poder conciliar mejor la vida laboral y familiar?
De salida, lo más importante es darnos cuenta de la importancia de este tema, típicamente femenino, al ser de alguna forma los garantes principales del cuidado de los hijos y de los padres en los domicilios.
Ahora las nuevas tecnologías de la información nos permiten a todos potenciar aspectos como el teletrabajo que deberían facilitar en parte esa conciliación. Por otro lado, se podría desarrollar las normativas que discriminen positivamente a favor de las personas con esta dificultad. Esto podría pasar por poder desgravar por ejemplo los gastos de las empleadas de hogar o de las asistentas sociales. Abaratar estos servicios familiares, generaría facilitar la conciliación laboral al mismo tiempo que podría crear mucho más empleo y en condiciones de mayor estabilidad.
- ¿Qué mujer/es ha/han sido su inspiración en la vida y por qué?
Como creo que la construcción de la vida está mucho más en manos de los hechos que de las convicciones, el tiempo me ha enseñado que mi madre (y por extensión) las mujeres de su generación han sido heroínas anónimas que han permitido que mi generación pudiéramos empoderarnos.
A nivel científico Margarita Salas ha sido sin duda una pionera en el mundo de la ciencia a ritmo de mujer. Creo que su ejemplo ha sido un faro de luz para todas las demás.