El storytelling se ha convertido en una estrategia muy efectiva para consolidar una marca pero, además, cumple con el doble objetivo de inspirar a los empleados, si se utiliza dentro de los canales de la comunicación interna, y fidelizar a los clientes.
Seguramente te estarás preguntando las razones que justifican su éxito. Vamos a tratar de explicar los múltiples motivos que lo convierten en una herramienta efectiva.
Sin necesidad de profundizar en los estudios de neurociencia, que confirman que somos más propensos a recordar aquellos momentos que nos han hecho sentir algo significativo, lo podrás comprobar por ti mismo si te paras a pensar en algún recuerdo de tu infancia o algo que te haya impactado, y verás que no lo recuerdas por el contenido, sino por lo que te hizo sentir en ese momento.
Pues bien, ese es el objetivo del storytelling, generar una conexión emocional con el público, despertar una emoción en la audiencia y, por qué no, en el cliente potencial. En este sentido, la técnica narrativa simplifica el mensaje y lo hace más claro y atractivo para el receptor.
Reforzar el vínculo con nuestro buyer persona genera al mismo tiempo lealtad y confianza. Entre otras cosas, porque el mensaje al llegar en forma de historia capta la atención del público, que es capaz de recordar la narración, con el esquema propio de un relato de: planteamiento, nudo y desenlace.
Es decir, en la historia se aporta una solución a la necesidad planteada. Y esto al aplicarlo a la comunicación corporativa hace que el público objetivo perciba claramente el propósito de la marca, su identidad y sus valores.
Y en el caso de estar en la misma situación se identificque plenamente con la necesidad que resuelve. Lo que genera un sentimiento de pertenencia e identidad con la marca, al permanecer grabado en su memoria de una manera diferente. Como bien dice Èlia Guardiola «no olvidemos que vendemos soluciones» y eso refuerza el vínculo con nuestro buyer persona.
En definitiva, la técnica del storytelling solo puede mantener un ritmo constante de crecimiento porque toda marca tiene una historia detrás que puede ser contada. Una historia única, que la diferencia del resto. Una historia cuya aceptación será mayor cuanto más humanizada esté.
Solo hace falta trabajar el marketing de contenidos y disponer de una estrategia de contenidos, lo suficientemente sólida, como para que sea capaz de motivar e inspirar a otros.