Alejandra Quereda Flores (Alicante, 24 de julio de 1992) es una ex gimnasta rítmica española, subcampeona olímpica en los Juegos Olímpicos de Río 2016, entre otros grandes logros. La plata en Río 2016 fue la primera medalla olímpica para la gimnasia rítmica española desde Atlanta 1996, y la logró junto a Sandra Aguilar, Artemi Gavezou, Elena López y Lourdes Mohedano, conjunto conocido como el Equipaso.
Desde octubre de 2018 es la seleccionadora nacional de gimnasia rítmica individual.
¿Qué actitudes y valores crees que os han ayudado a ser medallistas olímpicas?
El esfuerzo, la exigencia y la capacidad de superación, junto con la disciplina son los principales valores asociados al deporte que te permiten lograr tus objetivos.
¿Cuáles dirías que han sido las claves de vuestro éxito?
En primer lugar, la constancia. El saber superar los obstáculos que van surgiendo y sobre todo el valor del equipo. Yo era la capitana de un conjunto formado por 5 gimnastas. En este sentido, el trabajo en equipo y el apoyo mutuo tanto con entrenadoras y como con el resto de compañeras es siempre la clave. Al final, lo que nosotras practicábamos es que el hecho de ser diferentes no es un problema, porque podemos explotar al máximo los puntos fuertes de cada uno para brillar en conjunto.
¿Qué consejos darías a las gimnastas que deseen seguir tus pasos?
Principalmente que luchen por sus sueños y que si eligen hacer un deporte que sea porque les apasiona y se pongan objetivos que dependan de ellas mismas.
¿Qué limitaciones habéis encontrado por el hecho de ser mujeres?
En realidad, al tratarse de un deporte mayoritariamente femenino nuestro agravio no ha sido de género sino en relación con otros deportes mayoritarios. La gimnasia rítmica es menos mediática y en ocasiones no hemos tenido retransmisión en televisión de nuestros campeonatos ni victorias, a pesar de haber obtenido medallas. Otra limitación ha sido la falta de apoyo y patrocinios cuando hemos salido a buscarla.
¿Qué mujer ha sido tu inspiración en la vida y por qué?
La verdad es que tanto yo como el resto no teníamos deportista referente o ídolo; personalmente mi mejor ejemplo siempre ha sido mi madre, que es quien me lo ha dado todo para llegar donde estoy.
Muchas gracias por contarnos tu historia, y muchos éxitos futuros!